La topología es la base fundamental para poder digitalizar nuestros elementos y capas de una forma organizada y perfectamente relacionada. Permite optimizar los pesos de nuestras capas, manejar adecuadamente los análisis de redes y asegurarnos de que todos los elementos guardan una integridad espacial correcta. Es uno de los conceptos clave a tener en cuenta en la creación de cartografía si queremos obtener resultados de calidad.
Todas las relaciones espaciales que presentan los elementos geográficos se deben a la Topología, encargada de asegurar una regla básica y fundamental: la correcta coherencia relacional y geométrica entre los elementos. Por ejemplo, que los polígonos se encuentran cerrados, los elementos no solapen unos sobre otros, no existan huecos vacíos en las inmediaciones de dos elementos contiguos etc.
La Real Academia de la Lengua Española define el término “topología” como:
“Rama de las matemáticas que trata especialmente de la continuidad y de otros conceptos más generales originados de ella, como las propiedades de las figuras con independencia de su tamaño o forma.”
En el ámbito de los SIG conlleva la utilización de herramientas destinadas a favorecer el correcto uso y gestión de los elementos para evitar la aparición de errores. Por ello, durante la digitalización de nuestros elementos debemos ser cuidadosos y permitir la entrada de datos de forma coherente usando las herramientas apropiadas. Algunas de las herramientas de digitalización para asegurar una coherencia espacial de los elementos las encontramos en las herramientas de snap y streaming.
Cuando trabajamos con cartografía que presenta errores topológicos comenzamos a arrastrar errores generando cartografías secundarias que heredan esos errores. Límites imprecisos, solapamiento de elementos o líneas no cerradas pueden generar fallos y errores en nuestra cartografía como las siguientes:
Solapamientos: a menudo, elementos cartográficos pueden encontrarse superpuestos unos sobre otros. Como consecuencia se tienen en cuenta elementos por duplicado que, en ocasiones, pueden quedar encubiertos. Por ejemplo cuando digitalizamos un polígono grande sobre otro pequeño.
Generación de arcos colgantes: a los arcos colgantes también se les denomina extremos libres y se produce cuando una línea presenta, al menos, un extremo libre no coincidente con otras entidades o con extremos de sí misma. Los casos más comunes para este tipo de fallos son los overshoot o sobretrazos y los undershoot o subtrazos.
En los sobretrazos el extremo libre sobrepasa otra línea con la que debería coincidir sin sobrepasarla. En los subtrazos ocurre lo contrario, el extremo libre no llega a coincidir con la línea quedando ambos limites incomunicados.
Estos errores pueden ser corregidos de forma automática por herramientas específicas de edición que veremos más adelante.
Slivers: corresponden a bordes en forma de astilla generados por la superposición y cruce entre dos o más polígonos que deberían ser coincidentes y no lo son. Presentan una morfología muy alargada, de grandes perímetros y escasa superficie. En ocasiones son de difícil identificación a la vista.
Cruces: los límites de una línea o polígono se retuercen y se generan cruces de límites creando diminutos polígonos que pueden llevar a generar slivers en posteriores fases de análisis.
Ahora ya conoces algunos de los errores que puedes arrastrar en tu cartografía si no digitalizas correctamente las entidades espaciales. Una buena gestión en la digitalización te asegurará una cartografía de calidad.
muy imprtante aporte
Gracias por el comentario Luis. Lo cierto es que nos ponemos a digitalizar y se nos olvida conectar nodos o sin querer superponemos polígonos. Espero que sirva para que todos estemos pendientes a la hora de digitalizar y no cometamos errores o consigamos verlos 😀
Me pareció claro y conciso, gracias por la explicación