Hoy vengo con los neuromapas (no sé si existe la palabra, pero me la invento). Si es importante prestar atención a los detalles del mapa que ejercen influencia sobre nuestro cerebro para conseguir que sea un mapa interpretable… el actuar sobre la influencia del cerebro para conseguir enganchar y viralizar mapas es igual o más importante. Tu cerebro es, y será, un novato capaz de ser sugestionado ante un mapa sin darte cuenta.
La psicología cognitiva es la puta hostia en cualquier aspecto que implique prestar atención o engañar cuando utilizamos un elemento gráfico como herramienta de conocimiento. Y este ámbito de la psicología es clave en ámbitos cartográficos temáticos como, por ejemplo, el geomárketing. Pero puedes encontrarlo en cualquier situación que suponga una necesidad de atraer y captar la atención del ser humano e incluso jugar en su contra. La publicidad y el márketing tiene esta doctrina más que trabajada para conseguir vender productos empleando lo que se conoce como sesgos cognitivos. Brechas de seguridad en tu cerebro que permiten manipularlo sin que te des cuenta y de la manera más tonta.
El mapa es el elemento prioritario para enganchar a cualquier GISter. Pero realmente, el título del mapa (antes que en el mapa en sí) es el ítem clave para captar la atención de cualquier usuario empleando estos sesgos cognitivos, ya sea en mapas, artículos o comentarios en redes sociales. Si en una noticia de prensa el elemento que engancha es el titular, en un mapa el elemento que engancha también es el título. Aquí tienes algunos dogmas bajo los que se rige tu cerebro y que te pueden permitir enganchar y viralizar mapas atacando cerebros frescos.
1. Anclaje
En anclaje es el sesgo a trabajar en el título de un mapa para conseguir que la gente se enganche a través de un elemento. Una palabra o una característica hará que el cerebro ponga atención en ella olvidándose del resto de cosas, aunque la información que aporta sea en la mayoría de las ocasiones irrelevante. Atento al siguiente título:
El número DIEZ es el elemento de anclaje en la información y el culpable de que consultes la información como si de algo relevante se tratara. Párate a pensar por un momento y haz que tu cerebro razone. ¿Existen realmente 10 lugares ocultos en los mapas de Google, o hay más? Google tiene miles de lugares ocultos por seguridad (cada vez menos) y el número 10 es insignificante, pero tu cerebro se ha enganchado al ranking que te han planteado estratégicamente y del que no tienes ninguna otra referencia. El impacto habría sido el mismo si el título fuera “los 30 lugares ocultos de Google” o “los 50 lugares ocultos de Google”. La cantidad de sitios da igual, pero indicar el número ancla a tu cerebro para consultar la información. ¿Nunca te has dado cuenta de lo mucho que nos gusta hacer rankings de mapas, herramientas y recomendaciones?
Muchas de estas palabras de anclaje también están vinculadas al sesgo cognitivo del efecto halo (más adelante entenderás en qué consiste).
2. Efecto Dunning-Kruger
Este es uno de mis sesgos preferidos. La vida está cargada de este efecto y, por supuesto, los mapas también cuentan con ello. El efecto Dunning-Kruger se nutre de nuestra ignorancia para captar la atención de los demás (en el más puro y despectivo de los aspectos). Bajo este efecto, las personas con más ignorancia presentan mayor confianza en sí mismos frente a las personas con mayores capacidades y habilidades. O lo que es lo mismo, cuanto más tonto eres más confías en ti mismo. Las personas incompetentes muestran sobreestima, no reconocen su incapacidad, hablan por hablar y les gusta resaltar respecto a los demás opinando, aunque no sepan lo que dicen. Seguro que, sin saberlo, ya conocías el efecto Dunning-Kruger en tu ámbito laboral o social.
¿Quieres que un mapa triunfe? No trates a tu público objetivo como personal de culto en la materia sino como un verdadero inútil (sin abusar), así conseguirás más visibilidad. Aquí tienes dos títulos haciendo referencia a idénticos análisis cartográficos donde sólo conseguirás que los menos capacitados accedan y den su opinión sobre uno de ellos.
Internet está llena de comentarios, afirmaciones a lo ya expuesto y recomendaciones absurdas en artículos hechos “para todos los públicos”. Pocos son los comentarios que verás en artículos complejos que sólo entienden los experimentados en la materia.
3. Morbo y empatía
En la vida nos movemos por emociones. Y la información que está cargada de emociones impacta y atrae más que la información inerte. Vamos con dos ejemplos de un título de mapa que expresan lo mismo, pero los comentamos de manera diferente utilizando muchas veces eufemismos que generen más o menos empatía. Imagina el estudio de un nuevo cáncer mortal donde se representan los individuos por país a través de un mapa. Y ahora valora el título del mapa con más interés.
Seguramente el primer titular te impacta más, pero lo cierto es que ambos dicen lo mismo. Misma enfermedad mortal, formas de expresarlas distintas. Al hablar de MUERTE tu cerebro empatiza y se involucra en la causa. Al hablar de CASOS tu cerebro se desmarca de la situación y el mapa pierde fuerza.
4. Toma de decisiones
La toma de decisiones implica incitar a que una persona responda ante algo. Aquí, Internet y sus mapas online, son cruciales para conseguir este aspecto arrastrando al usuario a tener que hacer algo con el mapa. Imagina dos mapas incrustados en una web. Uno incrustado en formato JPG y otro mediante visor. Los dos mapas presentan el mismo título:
El cutre-mapa JPG no te permitirá ir más allá de la visualización del mapa de manera global. El visor te permitirá hacer exactamente lo mismo desde el nivel de zoom establecido. Pero en este caso, tu cerebro, se sentirá obligado a la toma de decisiones. 100% que lo primero que harás será hacer zoom al lugar donde vives para saber en qué calle se encuentra el narcopiso más cercano a tu casa. El observador ya está captado y el mapa consultado.
5. El efecto Bandwagon o efecto arrastre
Otro efecto más sobre el que influir en la gente cuando trates de viralizar mapas es el efecto de arrastre (o Bandwagon). Este efecto se basa en la economía del sistema y tratar de darle al cerebro un mapa masticado para que le sea todo más fácil e interaccione más rápido (por eso a tu cerebro le gusta tanto la comida basura procesada). Este efecto permite hacer que la gente crea en algo sencillo porque todo el mundo habla de ello (superposición con el efecto Dunning-Kruger) o todo el mundo lo cree así. Lo que subyace tras el mapa es la moda y la tendencia que incita a compartir.
En Internet todo el mundo habla de los mapas base de Google y pocos hablan de los mapas base de, por ejemplo, Kosmosnimki. Los mapas de Google están de moda. El resto… nadie los conoce. Haz referencia a un mapa masticado y regurgitado por millones de personas y conseguirás público. Haz referencia a un mapa que nadie conoce y muérete de asco. ¿Con qué titular crees que se quedaría la gente? ¿Qué mapa comentaría alguien con efecto Dunning-Kruger?
Este efecto es la clave para encender una mecha y que algo se ponga de moda a la vez que se viraliza la información.
El efecto arrastre también plantea el concepto de oportunismo. Los mapas de Internet están llenos de esta casuística cuando un mapa impactante, y predigerido, se cuelga por primera vez para ser compartido por miles de usuarios. Un caso actual lo tienes en el mapa de coronavirus. Seguro que en algún momento has visto este mapa, pero existen mil mapas más.
6. Efecto halo
El efecto halo se da cuando, un aspecto positivo de “algo”, es extrapolado y asociado a cualquier cosa que tenga que ver con ello. Si un software cartográfico es bueno representado datos pensamos que, por defecto, es igual de bueno para analizarlos. Si una fuente de datos es buena actualizando con rapidez información, entonces también podemos pensar que es buena en su calidad o su precisión.
Este efecto es recurrente cuando se emplean marcas, recursos o fuentes como reclamo. Citar fuentes estratégicas o tecnologías en tu mapa puede ayudarte a impulsar y viralizar mapas por extrapolación de opiniones, reputación y marca.
7. Encuadre o ganancia
Una cosa que tienes que saber sobre tu cerebro es que nunca le gusta perder y siempre tiene que sacar algo que le agrade o sea positivo. No le gusta sentirse incómodo o quedarse a medias. El encuadre o ganancia consiste en darle al cerebro lo que busca, dirigiéndole hacia la parte positiva y en la que se encuentra cómodo. En otras palabras, consiste en plantearle al cerebro aquello que quiere ver y que le va a gustar.
Por todos es sabido la capacidad de manipulación que tiene un mapa para representar información. Cuando uno juega con mapas, muchas veces puede jugar con las dos caras de la moneda y representar las cosas según le interese. No generes mapas cuya temática reste. Genera mapas cuya temática aporte. De esta forma, los suculentos cerebros, no generarán rechazo y consultarán la información. Eso sí, analiza qué parte es la positiva y cual la negativa ya que “negativo” y “positivo” pueden estar inversamente correlacionados ante un dato “bueno” y “malo”
¿Con qué título nos quedamos? Misma situación de datos, pero caras de la moneda distintas.
En ocasiones, la ganancia se puede invertir cuando la parte negativa o mala puede ser una herramienta de atracción y sensibilización para generar empatía. ¿Cómo? Con el sesgo de negatividad.
8. Negatividad
Junto al encuadre, el morbo y la empatía, hay que considerar la negatividad. El encuadre hace que el cerebro se centre en las cosas, sobre todo si son positivas y fuerzan a la empatía. Pero la negatividad es una cosa que suscita morbo y atrae, sobre todo si se combina con el sesgo de anclaje. Por eso los telediarios siempre ofrecen noticias negativas. En ocasiones, el encuadre o ganancia no tiene por qué ser nuestro mejor amigo y es preferible generar anclaje recurriendo a esta negatividad y captar la atención de tus mapas. Utilizar elementos de anclaje que impliquen palabras catastróficas, tabú y con carga negativa en el título del mapa hará que cobre más relevancia.
La palabra DESTRUIDA genera más negatividad y empatía frente a comentar únicamente su paso. La negatividad conseguirá viralizar mapas, ya sea por morbo o empatía.
9. Despiste y falsos recuerdos
Influir en tu opinión sin que te des cuenta es una jugada interesante a la que está sometido tu cerebro de manera continua. En ocasiones el cerebro, si quiere llegar a una conclusión, necesita reconstruir información inexistente cuando carece de datos. Esta reconstrucción de datos puede ser tan rápida que termines creyendo algo que nunca viste o leíste. Lo entenderás rápidamente con ejemplos. Dos títulos para viralizar tu mapa:
Ante ambas situaciones, el titular “Disponible la cartografía de OpenStreetMap”, te llamará más la atención. Seguramente, y de manera inconsciente, has pensado por tu cuenta y riesgo que la cartografía de OSM se encuentra disponible desde ya mismo después de un periodo en el que no estaba accesible. ¿Alguien ha dicho en algún momento que no estuviera disponible? Tu cerebro ha generado un falso recuerdo y al leer el título contrasta una situación actual real (“disponible”) frente a un recuerdo pasado irreal (“no disponible”).
El primer título no genera despiste y tu cerebro asume que encontrarás esa cartografía cuando accedas al recurso. En el segundo título encontrarás la misma cartografía, pero quieres saber qué pasó con ella, que hay de nuevo o desde cuando está operativa, por lo que te picará la curiosidad y consultarás la información.
10. Maldición del conocimiento
El sesgo de maldición del conocimiento es uno de los sesgos a evitar si queremos viralizar aportando realmente conocimiento. Este sesgo se produce cuando damos por hecho que el público objetivo del mapa dispone de los mismos conocimientos que contamos nosotros para entenderlo e interpretarlo. Esto cierra puertas a la consulta de tu mapa, y aunque no es imposible hacer que la contraparte conozca en segundos una temática, sí puedes evitar que abandone el interés por tu mapa utilizando terminologías para todos los mortales, narrando, utilizando analogías o exponiendo casos cotidianos (y así fomentar el efecto Dunning-Kruger, jeje)
11. Primera y última impresión
¿Has oído el refrán “la primera impresión es la que queda”? Pues es cierto, y no solamente la primera. También la última impresión por estar ligada a un colofón de información en un espacio temporal muy corto. Por eso las películas empiezan despacio y rematan la jugada en los últimos minutos.
El cerebro tiende a recordar los sucesos más recientes olvidando cosas pasadas, aunque fueran negativas. No te acuerdas de muchos días buenos y malos que pasaste con tu pareja, pero sí recuerdas a la perfección el día de la ruptura. Por eso, si estás utilizando varios mapas, por ejemplo ilustrando pasos o secuencias temporales, esmérate en el primer mapa (para mantener la atracción durante los siguientes segundos) pero sobre todo en el último mapa (para potenciar el éxito y darle al cerebro elementos positivos de ganancia).
Ahora ya sabes algunas de las influencias a las que está sometida la mente para conseguir atraerla e interaccionar con la información. Si quieres seguir conociendo cómo influye tu cerebro en los mapas, puedes ojear estos 10 aspectos básicos para montar un buen mapa.